Rima XXIII (Mirada)
Por una mirada, un mundo…
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!
-Gustavo Adolfo Bécquer-
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!
-Gustavo Adolfo Bécquer-
Amor Eterno
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
-Gustavo Adolfo Bécquer-
¿Qué es poesía?
¿Qué es poesía? Dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul;
¿Qué es poesía…? ¿Y tú me lo preguntas?
¡Poesía… eres tú!
-Gustavo Adolfo Bécquer-
en mi pupila tu pupila azul;
¿Qué es poesía…? ¿Y tú me lo preguntas?
¡Poesía… eres tú!
-Gustavo Adolfo Bécquer-
Y aquí nos encontramos nuevamente citando hermosos y románticos poemas de uno de los principales autores, Gustavo Adolfo Bécquer, quien en cada uno de sus versos nos evidencia el amor, el sentimiento más puro, brindándonos poemas que nos llegan al corazón.
Es un honor igualmente citar un hermoso poema de un gran autor, como lo es Pablo Neruda, quien con sus palabras nos introduce en un mundo mágico, un mundo donde prima el amor, ese sentimiento hacia la persona querida.
Poema 15
Me gustas cuando callas porque estás como ausente
y me oyes desde lejos y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio,
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa basta.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
-Pablo Neruda-
y me oyes desde lejos y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio,
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa basta.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
-Pablo Neruda-